Naturación Urbana, el si o el si a la sostenibilidad de las ciudades

E&MA/ noviembre 3, 2020/ Finanzas & Inversiones, Política & Diplomacia, Tecnologías & Innovación

Se dice que la naturación urbana es aquella herramienta que nos permitirá mitigar el cambio climático desde la acción directa del ciudadano y desde el origen de este.

Ya que las ciudades contribuyen en un 75% en las emisiones de CO2 en el planeta, todas las acciones que vayan encaminadas a una urbanización más sostenible, tal como lo define el Centro de Excelencia para el Desarrollo Sostenible, serán -y son ya sin duda- la nueva manera de urbanizar obligada en las ciudades.

La sostenibilidad urbana es entendida como «Una ciudad sostenible que se crea a través del esfuerzo deliberado para asegurar que el desarrollo de la comunidad no solo realce la economía local, sino también el ambiente local y la calidad de vida» (fuente. Centro Excelencia para el Desarrollo Sostenible).

Creo que esta línea discursiva está en total sintonía a esa observación minuciosa de la red social urbana de la cual Jane Jacobs nos hablaba, ya en los años sesenta del pasado siglo, poniendo ahora no tan solo a las personas en el centro sino también a la naturaleza a la que todos pertenecemos.

Vivimos en un inicio de revolución hacia un nuevo/viejo concepto o modelo de ciudad sostenible tanto social como medioambiental donde, a parte de barrios conectados, manzanas pequeñas para que fomenten la interacción, mezcla de edificios nuevos y viejos, usos mixtos abiertos las 24h para reforzar la seguridad, conexión con otros barrios para no aislarse, espacios públicos accesibles que cumplen una función de cohesión y no de separación, entre otros, tendremos también parques y jardines zonificados, vías verdes, corredores verdes, azoteas verdes, calles arboladas, bosques comestibles, huertos urbanos, balcones florecientes.

Apostar por el dominio colectivo (J.Jacobs), urbanizando incluso el espacio público privado (M. Sola-Morales . 1992), haciendo del espacio público una estrategia de renovación urbana ( R. De Caceres, 1993).

El «plà verd de Barcelona» ya contempla todo esto, definiendo la infraestructura ecológica como el sistema de apoyo a la vida -que yo matizaría hablando no del apoyo, sino de la vida misma.

Se trata de un modelo que ya se ha puesto en marcha con diversas actuaciones, como la recuperación de espacios del pasado tejido industrial catalan, concursos de azoteas verdes, incorporación de islas peatonales ajardinadas, obertura de los espacios comunales en las islas/manzanas del ensanche, tal como lo diseñó en origen en 1860 el padre del concepto de urbanismo, Ildefonso Cerdà, entre muchos etcéteras.

Estamos pues, en el buen camino, si escogemos este modelo y no el de Robert Moses, o incluso el del gran Le Corbusier, por ejemplo, el de la ciudad a vista de pájaro, creada desde arriba hacia abajo, sino todo lo contrario…


David Aragonès Inés – Asesor de la Fundación AGRESTE en Catalunya y para asuntos con el parlamento Europeo.

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