Soluciones verdes, innovadoras y sostenibles más allá del confinamiento

E&MA/ mayo 13, 2020/ Finanzas & Inversiones, Todas/ 0 comentarios

Si bien conllevan más de una dificultad, el confinamiento y la pandemia han de verse como oportunidades para impulsar cambios positivos en cada acción que emprendamos de cara al futuro.

Las medidas adoptadas por la mayoría de los gobiernos para contener el brote de COVID-19 condujeron a una reducción drástica de las emisiones de efecto invernadero, el mejoramiento en la calidad del aire en la mayoría de las grandes ciudades y la reaparición de animales silvestres en entornos donde hacía tiempo no se los registraba.

Sin embargo, los expertos ya han advertido que estas no son condiciones duraderas y que resulta indispensable concentrar la atención, desde ahora, en la construcción y fortalecimiento de modelos más sostenibles, ambiental y socialmente responsables y equitativos.

En términos generales, el llamado de expertos internacionales plantea que, cuando llegue la etapa de reconstrucción, tendremos que considerar muchas variables, en el centro de las cuales ha de estar el medio ambiente.

Los ecosistemas naturales sanos son cruciales para la supervivencia, proporcionan oxigeno, agua, alimentos, fibras y otros bienes, regulando ciclos y patrones climáticos.

El mensaje de la naturaleza resulta muy claro: la expansión de las enfermedades zoonóticas está asociada a la degradación de los ecosistemas; debemos recuperarnos de esta pandemia con una visión completamente diferente sobre el uso y el consumo de los recursos naturales.

Inversiones verdes y sostenibilidad post pandemia

Las inversiones verdes son una tenencia a largo plazo, pero hoy son también el único camino para el crecimiento económico.

La abrupta interrupción de las actividades cotidianas tiene un gran impacto en nuestro estilo vida, pero también supone el corte de una cantidad importante de actividades industriales y comerciales que tendrán influencia sobre la situación económica de millones de personas en todo el mundo.

Ambas realidades están siendo analizadas y serán incluidas en los estudios de sostenibilidad desde la nueva óptica que nos deja la situación en la que la economía mundial ha frenado de golpe.

Cuando retomemos las actividades, ya no lo haremos como antes. También tenemos que prepararnos para salir del business as usual y fortalecer medidas más amigables con el medio ambiente en nuestro negocio.

En el marco propuesto por los Objetivos de Desarrollo Sostenible, las inversiones en negocios vinculados a las energías verdes, la salud, la restauración de servicios ecosistémicos, así como los productos y servicios que contribuyen a cadenas de suministro y ciudades más inteligentes, ya suscitan más interés.

La postura de grandes fondos hacia estos temas, también empuja la apuesta de empresas e inversores enfocada en la sostenibilidad.

Para que la trayectoria del calentamiento global cambie, son necesarias transformaciones sistémicas a largo plazo con planes sostenibles de inversión en soluciones limpias y sostenibles.

Nuevos modelos, nuevos desafíos

Un modelo ambiental a nivel global permitiría reducir las emisiones en aproximadamente un 10% y, manteniéndose por al menos 1 año, se reflejaría efectivamente una reducción en los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera.

Sin embargo, mejorar la forma en la que gestionamos los recursos naturales implica cambiar los patrones de consumo, mejorar los métodos de extracción de recursos, invertir en la restauración zonas ecológicas de importancia, impulsar nuevos mercados y, en particular, ejecutar soluciones más eficientes en la gestión de residuos.

En el marco de la pandemia y con las nuevas prácticas preventivas para evitar el contagio y la transmisión de virus, emerge un nuevo desafío: el aumento de los desechos especialmente difíciles de tratar.

El aumento en la generación de residuos médicos y peligrosos, sí como de mascarillas y guantes de uso doméstico, ya está provocando demandas ambientalistas alrededor del mundo.

Aparecen en calles, aceras y parques, además de finalizar como tantos otros plásticos, en los mares y las zonas costeras de innumerables ubicaciones.

Sea por desprolijidad individual al momento de desecharlos o por una falla estructural en la gestión de residuos, este es uno de los nuevos desafíos que la humanidad puede enfrentar con soluciones verdes, innovadoras y sostenibles.


Por Marisa M. Young – Fundación Agreste

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